Emprender un negocio no es nada sencillo y mucho menos tener éxito. Aquí tienes algunas claves que te pueden ayudar a conseguirlo.

En tiempos de crisis muchas personas ven en el emprendimiento una salida, aunque más allá de una buena idea de negocio, se trata de un proceso complejo en el que hay que seguir unas pautas determinadas si se quiere llevar a buen puerto.

Ya sólo el mero hecho de emprender un negocio es un acto de valentía, pero como dice esa frase popular «de valientes está lleno el cementerio».

Por eso, antes de tirarte a la piscina sin saber si tiene suficiente agua, es recomendable que tengas en cuanta algunas claves que te van a ayudar a que tu nuevo negocio tenga más posibilidades de no sólo lanzarse al mercado, sino de perdurar en el tiempo.

El proceso de emprendimiento

Antes de nada, ¿sabemos todos lo que entendemos por un emprendedor? Yo creo que la idea está bastante clara, pero ahí os dejo una definición:

Un emprendedor es una persona con capacidad para descubrir, identificar y crear nuevas oportunidades de negocios, para lo que reúnen y organizan una serie de recursos necesarios para la puesta en marcha de su proyecto empresarial.

¿Y cuáles son las características que suelen definir a todo emprendedor? Pues estas son algunas de las más importantes:

• Creatividad: El emprendedor es capaz de imaginar ideas y proyectos nuevos con facilidad, de proponer soluciones originales y de analizar e investigar el mercado.
• Autonomía: El emprendedor toma la iniciativa en la toma de decisiones y puede trabajar sin necesitar supervisión directa.
• Confianza en sí mismo: El emprendedor tiene una percepción propia positiva, confiando en sus aptitudes, capacidades y posibilidades
• Tenacidad: El emprendedor se caracteriza por su tesón y constancia, actuando con perseverancia y focalizado en los objetivos
• Sentido de la responsabilidad: Todo buen emprendedor debe saber cumplir con sus obligaciones y ser cuidadoso en la toma de decisiones
• Capacidad para asumir riesgos: Actuar con arrojo y decisión frente a situaciones difíciles es algo que caracteriza al emprendedor
• Liderazgo: Un emprendedor tiene que ser capaz de implicar a los demás en la realización de proyectos y de influir en el equipo, sacando el máximo partido de sus conocimientos y habilidades
• Espíritu de equipo: Un emprendedor sabe trabajar con otros, respetando las funciones y responsabilidades de cada uno. Al mismo tiempo tiene la habilidad para distribuir las tareas pensando en la eficacia y la eficiencia
• Solidaridad: Y finalmente, un emprendedor sabe compartir tanto los éxitos como los fracasos, está siempre dispuesto a arrimar el hombro y sabe reconocer los valores de otros

¿Crees que tienes todas o casi todas estas cualidades? Entonces seguramente tienes ese espíritu emprendedor.

Y una vez que hemos definido lo que es un emprendedor y sus principales características, debemos también definir las etapas por las que pasa todo proceso de emprendimiento, que son fundamentalmente 3:

Etapa 1: La idea de negocio

Todo proyecto de emprendimiento suele iniciarse con el reconocimiento de una oportunidad y con la consecuente generación de una idea de negocio.

A partir de aquí surgen las dudas: ¿Es una buena idea de negocio?¿Tendré muchos competidores?¿Tendrá potencial en el mercado?¿Tengo suficiente capital para afrontar la puesta en marcha?

Para dar respuesta a todas y otras cuestiones relacionadas con al puesta en marcha del negocio, la vía más razonable pasa por la realización de un plan de negocio o plan de empresa realista.

Este plan de negocio nos va a permitir conocer con mucha fiabilidad si nuestra idea de negocio es viable y nos facilitará igualmente la toma de decisiones en esta primera etapa.

Y… ¿Cuáles son los principales apartados del plan de negocio? Pues un plan de negocio completo debería de incluir estos apartados:

• Presentación de la empresa
• Descripción de productos o servicios
• Estudio de mercado
• Plan de marketing
• Plan de producción
• Plan de RRHH
• Objetivos estratégicos
• Análisis DAFO
• Análisis económico-financiero
• Conclusiones sobre el proyecto

Con todos estos apartados, tendrás un plan de negocio de lo más completo y que sin duda te aportará información muy valiosa.

Etapa 2: La puesta en marcha del negocio

Finalizado el plan de negocio y verificando la viabilidad del proyecto, llegaría el momento de la decisión final: EMPRENDER

Es cuando ya podemos plantearnos la puesta en marcha del negocio en donde una de las primeros esfuerzos del emprendedor es la búsqueda de financiación para poder conseguir esta puesta en marcha.

Una de las formas más tradicionales de conseguir financiación es a través de las entidades bancarias, aunque también se puede tirar de recursos propios en el caso de que se tengan ahorros, utilizando la indemnización por despido de una empresa o por ejemplo capitalizando el paro.

También se puede recurrir, a la hora de obtener financiación a métodos más modernos como el crowdfunding.

Una vez que ya contamos con los fondos necesarios para poner en marcha nuestro negocio debemos de pensar en algunas necesidades clave para el desarrollo de nuestra actividad como los posibles proveedores, la compra o alquiler de un local u oficina, la contratación de personal, etc.

Y por supuesto, están los siempre necesarios trámites burocráticos, como puede ser el alta de autónomo en Hacienda y la Seguridad Social o la constitución de la sociedad.

Etapa 3: Consolidación y crecimiento del negocio

Si hemos llegado a esta etapa es que las cosas nos están yendo bien y la empresa va por buen camino ¿Cuáles pueden ser los siguientes pasos?:

• Ampliar el negocio: Ya sea lanzando la mercado nuevas gamas de productos o con la apertura de nuevos locales o sucursales.
• Ampliar la plantilla: Ya sea contratando empleados por primera vez, si solo trabajábamos de forma individual con con socios o con nuevas contrataciones.
• Internacionalización: Paso importante a la hora de buscar nuevos nichos de mercado.
• Cambio de modelo: Si queremos hacer una transición de autónomos a un modelo de sociedad.

Estas son sólo algunas de las opciones posibles para el emprendedor en esta tercera etapa, pero sin duda hay mas ¿Se te ocurre alguna?

La creatividad, base del proceso emprendedor

Entendemos por creatividad a la habilidad mental para imaginar y conceptualizar ideas nuevas y originales.

Relacionada con el proceso de emprender un negocio, se puede entender como la capacidad de generar y hacer realidad nuevas ideas. Y es esa capacidad de llevar a cabo las ideas generadas lo que diferencia la creatividad de la imaginación.

La creatividad, por lo tanto, es la auténtica base del emprendimiento y la innovación ya que, sin ella, solo quedaría dicha imitación

Y ojo, no debemos confundir creatividad con innovación, aunque la primera lleva a la segunda. De hecho, la innovación se puede alcanzar si aplicamos estrategias creativas que ayuden no solo a generar mejores ideas comerciales sino también a desarrollar esas ideas a través de los mejores procesos.

Además, mientras la innovación es sólo un factor más que puede ayudar a que nuestro proyecto emprendedor tenga éxito. la creatividad se antoja como una competencia clave del emprendedor.

Y relacionado con la creatividad aun sigue hoy en día, muy vigente el modelo de las 4 p’s de la creatividad, desarrollado por Mel Rhodes en el año 1961.

Las 4 p’s de la creatividad

El modelo de las 4 p’s de la creatividad de Rodhes se refiere a: Producto, persona, proceso y presión del entorno.

Producto

Por producto entendemos, en este caso, a la forma en la que se materializa la creatividad.

Por lo general, un producto creativo es aquel que consigue combinar alguna de estas características: novedad, complejidad o sorpresa entre otras.

Además, un producto creativo es adaptativo , esto es, capaz de resolver algún problema o de satisfacer alguna necesidad.

Persona

Una personas creativa ¿Nace o se hace? Lo cierto es que la creatividad es una habilidad individual que algunas personas tienen innata, pero que también se puede practicar y a prender, en definitiva, todos podemos ser creativos.

Lo que si es cierto es que hay varios rasgos coincidentes en las personas creativas:

• La motivación intrínseca, es decir, que este tipo de personas no necesitan incentivos externos para crear
• La amplitud de intereses y una alta curiosidad en diferentes ámbitos
• Ganas de experimentar y alta tolerancia al fracaso
• Elevado nivel de autonomía

¿Tienes estas características de una persona creativa?

Proceso

La creatividad se debe entender como un proceso mental o conjunto de procesos que tiene como resultado la producción de ideas originales y adaptativas.

Todo proceso creativo tendría 4 fases:

• Clarificar: Esto es la capacidad de identificar un problema
• Idear: Generar ideas y soluciones a este problema
• Desarrollar: Madurar y validad diferentes ideas
• Implementar: Ejecutar las ideas y llevarlas a la práctica

Y finalmente tenemos la cuarta «p» de la creatividad…

Presión del entorno

Y finalmente, hay que hacer referencia al entorno en el que surge un proceso creativo, entendido desde el punto de vista de contexto social, de la cultura, de la situación política, etc.

Como es evidente, la creatividad suele aparecer cuando hay oportunidad espara explorar y cuando el propio entorno la fomenta.

También el entorno es clave a la hora de valorar a posteriori una creatividad

La detección de oportunidades de negocio

Y por supuesto, una de las claves dentro de todo proceso para emprender un negocio, es ser capaz de detectar oportunidades de negocio.

Debemos entender por oportunidad de negocio como aquella que se origina al identificar una necesidad insatisfecha en un grupo de mercado y a la que ponemos solución a través de la formulación de la idea de un bien o servicio que la cubra.

Y ahora tal vez te preguntes ¿Cómo detecto una oportunidad de negocio? Estas son algunas de las claves:

• Análisis de clientes insatisfechos: Se trata de encontrar un nicho de mercado en donde aunque existan soluciones, no se cubren todas y cada una de las necesidades de los clientes
• Mercados de nuevas tecnologías: Para que una innovación tecnológica contribuya al éxito comercial, es necesario el desarrollo de un buen modelo de negocio y un cuidadoso análisis estratégico
• Cambios demográficos: Hablamos de incrementos de la población mayor, o de un baby boom, de nuevas clases sociales… en definitiva prestar atención a esas evoluciones demográficas que van sucediendo.
• Cambios en los gustos de los consumidores: Son muy frecuentes, aunque también hay que saber identificar las modas pasajeras, que no serían realmente oportunidades de negocio.
• Cambios legislativos: Estos cambios pueden potenciar la aparición de nuevos productos o de nuevos usos para productos ya existentes. Pensemos por ejemplo en la pandemia de la COVID-19 y el mercado que se abrió para fabricantes de mascarillas o de geles hidro alcohólicos.
• Practicar benchmarking: Se trata de mirar más allá de nuestros competidores directos en el mercado, prestando atención a líderes de mercado en otras industrias que estén aplicando estrategias exitosas en diferentes ámbitos para poder aplicarlas nosotros.
• Lo que funciona en otros lugares: Vivimos en un mundo globalizado por lo que te puedes fijar en algo que esté funcionando no solo en otra ciudad dentro de tu país, sino más allá de nuestras fronteras.
• Identificar industrias en crecimiento: Es importante saber analizar el ciclo de ida del producto en le mercado en que vayamos a trabajar. En un mercado ya maduro o en declive tendríamos dificultades de partida, pero en un mercado en crecimiento, se abriría un abanico de aportunidades.

Todas estas, pueden suponer importantes oportunidades de negocio que puedes aprovechar, por lo que hay que estar atentos y vigilantes al mercado para detectarlas.

Emprender un negocio no es fácil, pero como dijo el gran Steve Jobs «si tu no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos».

Y para rematar este post, me gustaría dejaros una de mis escenas favoritas del cine, de la película En Busca de la Felicidad